Doctor, ¿será niño o niña?
No sé si estoy embarazado porque me he convertido en una persona hipersensibilizada a casi todo. A partir de mis últimas percepciones extrasensoriales he decidido que la situación en sí no está mal, pero que este estado suave, tenaz y perceptivo me puede llevar a la ruina. Y lo peor de todo es seguir leyendo el periódico como si fuera la persona que fui antes del cambio. Si alguien me coge de la mano, el gesto me llega al corazón de inmediato; si me besa la mejilla, en ese caso me pinta de carmín el alma.
Yo sigo pensando que se me pasará, pero hasta ese momento no tengo más remedio que convivir con ello. Y mientras eso ocurre, leo y leo sin parar. Entre el susurro que me envió la última página del diario que acaricié (la hipersensibilidad se está apoderando de mi estado natural) pude leer que un ayuntamiento había vendido la arena que «sobraba» de su playa. Ahora pienso que me hubiera perdido la reflexión si no estuviera embarazado y que mi vida no tendría ni tanto sentido ni lo hubiera sentido tanto.
Es un logro pasar de vender castillos de arena a vender sólo la materia prima. De ésto se deduce que la forma ha dejado de tener sentido porque cualquiera puede llegar disfrazado de ola y llevarse el castillo en el cual una vez te sentiste tremendamente refugiado. Así lo percibí cuando leí la noticia del periódico; y no quise pasar a internacional por si la cosa empeoraba.
Ya sólo me queda esperar, despacio, a que se me pase. Necesito que sea dentro de un tiempo porque estoy entendiendo últimamente las cosas que me parecían tremendamente complejas. Sólo necesitaba estar embarazado durante unos meses.
Supongo que me convertiré en un maravilloso trilero de mercadito ambulante, que esconde la bolita en cuenquitos hechos con patatas. Moveré de sitio todo aquello que me parezca nocivo y haré de ello un espectáculo público. Nunca antes había necesitado cremas contra las estrías que provocan las mentiras. Lo siento señores, es la hipersensibilidad: no sé si me dejará finalizar el artículo.
Todavía no le he dicho a nadie que no sé cuándo salgo de cuentas pero que espero que sea dentro de un año y medio. La verdad es que quiero seguir disfrutando de mi estado extremadamente sensible, reconocer el olor a tierra mojada días antes de que llegue la lluvia, que se me ericen el pelo del cuerpo al compás de una bambera a ritmo de jaleo.
Éste será, probablemente uno de los artículos menos leídos de la historia del periodismo porque sólo los embarazados podrán llegar a las últimas lineas.
Sólo tengo una duda: doctor, ¿será niño o niña?
2 comentaris:
Prime en llegaaaaaarr.
No lo he leído, solo quería incordiar un rato.
Saludos cariñosos y ya me paso en otro momento cuando mi estómago esté más fuerte y mi cabeza menos lúcida, jeje.
Ico
tú si que eres un crack vendiendo castillos de arena!!!
capità albarbina.
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